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Los hondureños no han pasado muy buena Semana Santa, sobre todo en Tegucigalpa, donde hace pocos días atrás, llovía sin cesar junto con el granizo, dejando las calles repletas de árboles caídos, inundaciones y zonas sin electricidad.

En Tegucigalpa, hay más de 300 mil personas que viven en zonas de alto riesgo, aunque en realidad, la cantidad de gente en riesgo es mayor, porque hay zonas aledañas que también representan un riesgo. El sólo desplome de algunos árboles causo que se derrumbaran 4 áreas de Cerro Grande.

Las Tormentas Eléctricas acompañadas de granizo también causaron un incendio en la Secretaria de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, donde hasta algunos vehículos fueron alcanzados por las llamas.

La energía se cortó en varios puntos, lo que no sólo afectó a los habitantes de Tegucigalpa, sino también al tránsito.
Las lluvias y tormentas con granizos seguirán en los próximos días, debido a un fenómeno que viene de la costa del Pacífico del país.

Los bomberos han tomado algunas provisiones y tienen almacenados aceites y combustibles, lo que tranquiliza un poco a la población. El año pasado Puerto Rico pasó por tormentas de este calibre, y pensar que este año fue el turno de Honduras, una tierra que casi siempre goza de un clima estable y tranquilo.

El gran defecto que dejan al descubierto todas estas catástrofes naturales, es que las personas, nunca estamos preparadas, y luego vienen los saqueos a supermercados, farmacias y comercio. No sería mala idea considerar que a cualquiera, en cualquier momento nos puede tocar algún fenómeno, y es mejor estar preparados, al menos con lo básico de sobrevivencia y algunos implementos de emergencia para cubrir salud y seguridad.

Vía/ Hondurasnews
, Foto/ Globovision

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