Ela Ochoa, quien es propietaria de una pequeña clínica en el sudeste de Tegucigalpa, tiene tres empleados, que paga más que el salario mínimo actual.

«Con el nuevo aumento, yo simplemente no podré manejarlo. Tendré que sentarme a cada a uno de ellos, y eso es realmente doloroso porque son madres solteras.

Cada noche, me aprietan más los números, pero el gobierno “No me dejó ninguna otra opción, porque además del aumento, tendré que pagar los derechos de los trabajadores (como la seguridad social) que exige la ley», expresó

Las asociaciones de empresas privadas anunciaron el 29 de diciembre el desafío del gobierno en el decreto del Tribunal Supremo.

La Ministra de Trabajo, Mayra Mejía llamó a los críticos en el sector empresarial «avaros explotadores.»

Los sindicatos han anunciado que tomarán las calles para apoyar el aumento salarial.

La tensión de elevar el salario mínimo no es buena «y promete nada positivo para el país».

«Esto es sólo es un ingrediente más en un sombrío panorama al que nos enfrentamos en el ámbito económico y financiero, el producto de la irregularidad de las acciones internas y la crisis mundial» y que este aumento solo provocara desempleo y que al final dará lo mismo o peor porque las cosas suben de precio.