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Conocido en ocasiones simplemente como “chuco”, sobre todo cuando se lo realiza en casa o en puestos de comida al paso, se trata de uno de los elementos más distintivos de la gastronomía de América Latina.

Concretamente, estamos hablando de una bebida caliente típica de El Salvador y algunos pueblos fronterizos de Honduras, por lo que desde luego no es posible encontrarla en cualquiera de los sitios donde nos encontremos en este segundo país.

La mezcla está compuesta, en la mayoría de las ocasiones, por masa de maíz fermentado, agua, sal, y alguashte, mientras que la receta original poseía unos frijoles negros conocidos como “varillas” o “monos”, que se incluían enteros con caldo, y un agregado mínimo de sal. Esta bebida se sirve además en una cuenca denominada “huacal”, y creada a partir del fruto de un árbol llamado “morro”, siendo utilizada a manera de taza, aunque no se usa cuchara.

Por otro lado, casi siempre se acompaña de pan francés y se le puede añadir chile al gusto, aunque el mismo no es muy recomendable para estómagos sensibles.

En cuanto a su preparación, hay que considerar que la base de maíz crudo fermentado se debe dejar reposar en agua desde el día anterior. En algunas zonas se le sirve con frijoles colorados y también se le acompaña con un elote cocido, y hay hasta quienes le agregan limón.

Vía: A Recetas
Imagen: Salvadoreños en el Mundo

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