Crecimiento: La ciudad puerto de La Ceiba se comenzó a formar en el año de 1872 cuando el Sr. Manuel Hernández edificó una choza bajo el descomunal árbol, alrededor de esta choza se fueron estableciendo otros vecinos, atraídos por la fuente de riqueza que les ofrecía el cultivo del banano.
El comercio de esta fruta atrajo la atención de las grandes compañías bananeras, las cuales comenzaron a establecerse y la ciudad fue poblándose con inmigrantes nacionales y extranjeros dando lugar a una organización del conglomerado urbano en el que aún se destaca como zona comercial la Avenida San Isidro o primera avenida.
Con los años mejoró la infraestructura, guardando siempre el marco propio de la arquitectura caribeña con sus amplias calles.
La Ceiba fue declarada municipio el 23 de Agosto de 1877, durante el gobierno del Dr. Marco Aurelio Soto, siendo el núcleo del emporio bananero y eje sobre el cual giraba toda la economía regional, propiciando que aquí nacieran las compañías industriales y financieras más grandes de Honduras.
En la actualidad, es la tercera ciudad y el segundo puerto en importancia del país, supera los 200.000 habitantes en más de 170 barrios y colonias asentados sobre una superficie de aproximadamente 6000 hectáreas.
Tiene el índice de alfabetismo más alto en Honduras y gran parte de su población es bilingue.
Lugares Turisticos: Debido a sus bellezas naturales ha sido declarada por el Gobierno de la República como «Capital del Ecoturismo».
Entre sus atractivos naturales destaca el imponente Pico Bonito (2345 mts.), que es también un parque nacional, en este bosque nubloso se conjugan las abundantes lluvias y las pendientes rocosas para formar bellas cascadas y paisajes espectaculares. Allí también se encuentra el Río Cangrejal, uno de los más emocionantes de Centro América para la práctica del canotaje o rafting.
Carnaval: La Ceiba es conocida a nivel centroamericano por su Feria Isidra, la cual se lleva a cabo a finales del mes de mayo y culmina con el Gran Carnaval de la Amistad cuando la avenida principal se convierte en una gigantesca pista de baile con bandas musicales en cada esquina donde la gente se divierte al contagiante ritmo de la música local.
Pero no solamente para esta fecha el ambiente de fiesta alegra la ciudad, el espíritu alegre de sus habitantes prevalece todo el año en la primera calle o «zona viva» con sus discotecas y bares con ambientes para todos los gustos.