Camacho y sus productores juegan un papel importante en la historia del cigarro. La marca fue fundada en Miami, en 1961, por Simón Camacho. En 1995 fue adquirida por Caribe Cigarros importados, una empresa propiedad de la familia Eiroa, originaria de Cuba, que ahora está vive en Estados Unidos y Honduras.
En octubre del 2008, Camacho pasó a formar parte del grupo Oettinger Davidoff. La historia de Camacho comienza en 1961, año en que Simón Camacho, obligado a exiliarse en Cuba, abrió una fábrica en Miami y se puso a hacer los cigarros con tabaco procedente de América Central. La marca muy pronto ganó una excelente reputación más allá de las costas de Estados Unidos. En 1995, cinco años después de la muerte de su fundador, Camacho fue adquirida por la familia Eiroa.
La familia Eiroa se dedicó al cultivo del tabaco desde comienzos de 1900. El primero fue Generoso Eiroa, en Cuba, pero a raíz de la revolución de Castro y la posterior nacionalización de las plantaciones de tabaco, su viuda y tres hijos se vieron obligados a abandonar el país sin un solo peso, pero con el nombre de la marca, y se establecieron en Tampa, Florida. Julio Eiroa viajó a Honduras en 1963 y allí, acoplándose a un proyecto de gobierno, sentó las bases para consolidar las plantaciones de tabaco que hoy pertenecen a la familia Eiroa.
A medida que pasaba el tiempo, la empresa iba absorbiendo otras más pequeñas y haciendo importantes alianzas comerciales, y así se hizo la más grande de cigarros y tabaco del mundo Candela (hoja verde), en 1972.
En la década de los 80, Eiroa regresa a Estados Unidos, y en 1987 comienza a importar cigarros Caribe a Miami. La compañía produjo dos populares marcas de cigarros: Baccarat y Marca País. A ellas se añadieron más tarde una cafetería llamada Don Felo, que se vendió por 20 centavos de dólar, y en 1992, por la Fontana. Por ese entonces la producción ascendió a 2-3 millones de cigarros al año y creció en forma masiva en los años posteriores el consumo de puros. En 1995 vino la adquisición de Cigarros Camacho por la familia Eiroa y se transfirió la producción de tabaco desde Nicaragua a Honduras.