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Omoa es una de las ciudades más antiguas de Honduras, y es lógicamente, una de las que desempeñó un papel importante en la misma historia del país, sobre todo para la época colonial.

La carretera pavimentada lleva hacia la ciudad de Tegucigalpita, un pueblo situado a pocos kilómetros de la frontera con Guatemala. La Cordillera de Merendón es una especie de columna vertebral que recorre toda esta zona. A lo largo de la carretera, se pasa a la ciudad de Omoa, donde los españoles construyeron la fortaleza masiva de San Fernando de Omoa hace siglos.

El propósito de esta fortaleza, era proteger la costa y los envíos de plata que iban desde las minas de Tegucigalpa hasta España, de los continuos ataques piratas. Cuando se terminó de construir esta fortaleza, el tema de los piratas era cosa del pasado, y desde entonces nunca más se levanto una fortaleza de estas características, por lo que tendrían que ir a Cartagena de Indias en Colombia o hasta Campeche, en el Golfo de México, para encontrar una con similares características.

Después de la Independencia de Honduras, esta fortaleza fue tomada por el gobierno local, fue utilizada como cárcel y luego fue abandonada. Actualmente este sitio está abierto al público y es un monumento nacional.

Muy cerca de la fortaleza hay unos pequeños saltos de agua, pozas y sitios de interés para visitar. Una novedad que no se deben perder es San Fernando de Omoa Aqua Park, un parque con instalaciones para pasar tranquilamente todo el día.
Hacia el oeste de la ciudad de Omoa se encuentra el Parque Nacional Cusuco, playas y manglares, además de bosques tropicales y nublados en las elevaciones más altas.

Vía, Foto: flickr

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