En Honduras hay un lago que es el más importante del país, ubicado en medio de una depresión formada por volcanes. El campo volcánico del Lago Yojoa se formo en la época del Pleistoceno al Holoceno, que dejaron conos de escoria, lava y cráteres.
El lado oeste del lago está rodeado de montañas escarpadas y el Parque Nacional Santa Bárbara, mientras que el lado este se encuentra junto al Parque Nacional Cerro Azul Meámbar. El Lago está situado en la carretera de conecta las dos principales ciudades de Honduras, Tegucigalpa y San Pedro de Sula. Para muchas de las personas que viajan entre ciudades, este lago sirve como área de descanso desde donde se puede apreciar una hermosa vista y disfrutar del pescado fresco y otros alimentos que son ofrecidos por los restaurantes que se encuentran a las orillas.
El Lago Yojoa es muy popular como destino de pesca, y su área circundante tiene una rica diversidad biológica, donde conviven cerca de 400 especies de aves y 800 especies de plantas que han sido identificadas en la región.
A pesar de todo lo maravilloso que se ve en el lugar, en la actualidad, una amenaza latente es la deforestación, la ganadería y el desarrollo. Los pobladores de las comunidades que viven alrededor del lago se dedican al cultivo de frutas, verduras y granos básicos. Sin embargo, muchos otros se ganan la vida vendiendo peces originarios del lago.
Como sucede en casi todos los lugares (todavía) bellos del mundo, la amenaza del hombre es algo contra lo cual parece existir una lucha invisible, que nunca avanza…¡será que solo queda resignarse?.